Revisamos su texto según sus necesidades lingüísticas y de estilo, y lo adaptamos a su propósito final, garantizando la fluidez, coherencia y precisión terminológica del texto. Consultamos y seguimos las directrices del cliente o su libro de estilo.
El equipo de correctores actualiza anualmente sus conocimientos de gramática para adaptarse a los cambios constantes de las academias de la lengua.